ENTRENAMIENTOS EFECTIVOS

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Si, si, cierto es que hace tiempo insertamos aquí un extenso articulo referenciador hacia la mejor, a la vez que la mas optima, puesta en forma física y mental.
En aquella ocasión llamamos al susodicho escrito “EJERCICIOS DE RELATIVA INTENSIDAD PARA SENTIRNOS MEJOR”
Ha pasado el tiempo, y la realidad es que muchas/os habéis inculcado e incluido esos mencionados principios gimnásticos en vuestro transcurrir existencial, o sea, en el presente que atesoráis diariamente.
Mas también es de ley recordar, y como no mencionarlo, que algunas/os no lo habéis practicado con el arraigoso interés que en su día suscito.
Por mor de ello, hoy de nuevo traemos estos fantásticos sublimes y expertos consejos musculares con el fin de animaros, y que de una vez por todas, haciendo hincapié obviamente en las/os mas perezosas/os, convirtáis vuestros sueños adonicos en realidad.
Venga, el mundo es vuestro, animo, seguir estas sencillas pautas, vuestro cuerpo cambiara. 
Os sentiréis otra persona, llena de vitalidad y con nuevas ganas de afrontar jornada tras jornada.
Estáis de enhorabuena, felicidades por la sabia decisión de saber el camino que debéis tomar. 
Aquí esta, ni lo dudes. Duro con el… en realidad, de duro nada.
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“EJERCICIOS DE RELATIVA INTENSIDAD PARA SENTIRNOS MEJOR”

De nuevo atacamos con total sutileza algunos sabios consejos para llevar los llamados “día a día” mas placenteros, intentando mejorar nuestros aletargados físicos, carentes en muchísimas ocasiones de esa vitalidad tan necesaria y diríamos casi obligada que requiere la puesta en forma de nuestros queridos cuerpos.

Es fundamental hacer ejercicios variados, activarlos continuamente, sacar partido a los miembros carnosos que se ubican en nuestro organismo corporal. Brazos, piernas, espalda, glúteos, esternocleidomastoideo, pectorales, dorsales, deltoides, trapecios, manos, dedos, y si apurásemos nuestras convicciones, incluso uñas… de extremidades superiores e inferiores.

Hoy vamos a dejaros en compañía de los mas acertados consejos para conseguir en pocas semanas un esplendido compendio muscular, una estética corpórea de autentico adonis. Como todo lo que se precia en la vida, este arduo y constante trabajo requerirá tesón e interés, voluntad y perseverancia, ilusión, fe. No dudes de nuestros asesoramientos, nos avalan multitud de ejemplarizantes realidades.

Mas, basta ya de palabras, pasemos a la acción, iniciemos los diferentes puntos recomendativos, metamosle manos al asunto, adelante los valientes… que diría Marisol.

En primer lugar hay que despertarse muy temprano, pongamos a las 06.00 de la mañana. Nada mas sentir nuestros ojos abrirse, debemos rotar nuestro cuerpo para caer de un brusco golpe desde la cama al suelo, sin pensarlo ni un instante, del tirón, rotar y caer, da igual si es boca abajo, de lado o doblado. 
El violento golpe se predispone seco y doloroso, pero no es así, el impacto activara nuestra sangre, abrirá los segmentos neuronicos transmisores, los cuales están en continuo contacto con los músculos, preparando de esta manera los efectivos ejercicios que compondrán la presente jornada. 
Es mas, lo ideal seria que la susodicha brusca caída semi-premeditada fuera desde la cama de arriba de una litera, pero claro, eso seria mucho pedir, literas no todo el mundo tiene, desde luego es lo suyo, tampoco pasa nada, aunque no sea igual, sobre todo en efectividad, una cama normal nos vale, no pidamos peras al olmo… ya tiene bastante con sus programas de radio.

De un salto nos pondremos en pie, estirando todo el cuerpo, elevemos los brazos ansiando tocar el cielo, las piernas empezaran a dar saltos abriendo y cerrando, tanto para los lados como hacia el frente y atrás, la apertura de dichas debe llegar al metro y medio. 
Estos vibradores y espitosos movimientos se harán durante al menos 30 minutos, sin parar, mientras los ejecutamos podemos ayudarnos mentalmente diciendo para nosotros mismos o incluso gritando… “Yo me-voy caga en la puta madre… en lon-muerto…”, frases así nos ayudaran a soltar esa adrenalina inicial de tan temprana hora.

Cuando el sentimiento de jadeo sea cansativo, es el momento para decir que ya estamos listos, preparados hacia el comienzo de la maravillosa y fantástica rutina ejercitadora, la que de verdad nos llenara, y que tendrá lugar durante varias partes del día.

Bien, después de este breve calentamiento, en primer lugar pongámonos el traje de faena, o sea, todo lo que necesitamos antes de llegar al chándal. Siempre hemos de estar muy abrigados, la sudoración sera uno de los factores mas importantes a tener en cuenta.
Recomendamos la siguiente vestimenta, en la parte inferior empezaremos por ponernos un tanguita, encima su calzoncillo correspondiente, sumemosle esa maravillosa licra que nos debe completar desde los dedos de los pies hasta la cintura, sigamos con una calzona deportiva, tras ello insertemonos sus pedazos de leotardos, también completos, que nos abrigen desde los pies hasta los glúteos, enrollemos luego unas tiras de plástico gordo impedidor de aire, de los tobillos iniciemos dicho cometido llegando hasta los oblicuos lados de las caderas, ambos segmentos inclusives. 
Por ahora la cosa va sobre ruedas, sigamos. Sobre todo lo anterior pongamos un pantalón de pana ajustadizo, y sobre el mencionado otra calzona mas holgada, ahora si estamos preparados para esa parte inferior del chándal, usease el pantalón, a juego con la parte de arriba, es muy importante que la ropa haga juego… siempre intentando que no llegue a una afección ludopatica.

Para la parte superior de nuestro cuerpo, usaremos en primer lugar una camiseta ajustada neoprenica con un centímetro de grosor, encima, su pedazo de jersey con cuello doble, añadimos una licra de manga larga, tras la cual, otra camiseta deportiva un poco holgada, de igual manera que con las extremidades inferiores, aquí también nos pondremos tiras prastificadoras que envuelvan completamente la cintura ombligada, torso y brazos, llegando hasta la misma barbilla, es decir, incluyamos al cuello en tal menester.
Ahora solo nos queda por ponernos una rebeca… la película estuvo bien… aunque el libro es mas realista y versátil… con cuello de pico, añadimos, casi para terminar, una compacta sudadera, por supuesto con capucha, y por ultimo la parte superior del chándal. Ahora si que si, vamos a ejercitar nuestro cuerpo, vamos a conseguir ponernos mas que en forma, ha llegado el momento de la verdad, los ejercicios nos esperan, y ese cuerpo serrano, esa esbeltez esculpida que tenemos en mente romperá la pana en pocas semanas.

Toda la ropa que hemos expuesto anteriormente, como claramente se ve, es para usarla en Verano, en Invierno deberemos abrigarnos a conciencia, pero para la temporada estivalosa, la mencionada nos vale perfectamente.

Pasemos, una vez concluidos los primeros consejos sobre como debemos vestirnos en concomitancia con nuestros ejercicios gimnásticos, introduzcámonos como decimos en lo que realmente nos interesa, la rutina obligada para la adquisición de ese físico soñado. Esta al alcance de la mano, vamos.

Perfectamente pertrechados salimos de casa y empezamos a correr, suave, pasos no muy grandes, calentaremos nuestro corazón con unos 3 kilómetros de carreras semi-rápidas. Continuamos tras ello, sin pararnos, alternando sprints de 500 metros y de nuevo la carrera de 3 kilómetros. Completaremos con dicha alternancia un total de al menos 40 kilómetros. Pararemos, quedándonos por supuesto en pie, y muy importante, mirar, constatar nuestras pulsaciones, habrán subido un poco, perfecto. Dichas referencias nos darán constancia del tiempo que debemos descansar para la siguiente parte rutinadora. Por supuesto debemos tener muy claro que los descansos no pueden pasar de 2 minutos, los cuales aprovecharemos para gritar, no chillidos mosqueosos, ni mucho menos, alaridos de alegría, de felicidad. Las palabras dichas durante el primer entreno de saltos y elevaciones de brazos pueden tener también su lugar aquí, para que cambiar expresiones. Son ideales para contrarrestar los flujos energéticos.

Seria mucho mas efectivo y aplaudible que las carreras y sprinters anteriormente mencionados fuesen con peso adicional, es decir, llevando con nosotros… digamos… una piedra de que menos 10 o 15 kilos, o incluso mejor, una bombona de butano llena, pero bueno, eso lo haremos a la segunda o tercera semana, paciencia, no queramos ponernos en forma en un día, eso es a todas luces imposible.

Ya hemos corrido lo que nos corresponde, ahora es cuando en realidad estamos preparados y con la sangre fluyendo compulsivamente, pasemos pues a ejercitar con su debido orden todas las partes del cuerpo.

Empecemos por el cuello, o sea el esternocleidomastoideo, nada mejor que darnos 100 golpes secos con la frente, de alante hacia atrás, y de costado, con una pared de mármol, u/o algún material similar. La activación sanguínea que con esto adquiere el sustentador de la cabeza es increíblemente magnifica, haciéndonos un cuello elegante y majestuoso. Al principio da la impresión que duele un poco, bahhh… pamplinas, nada mas lejos de la realidad. Cambiemos nuestro chip del dolor por el de la satisfacción del trabajo bien hecho. Mariconadas las mínimas.

Ahora sigamos con el trabajo de trapecios, músculos como bien sabéis ubicados en la parte superior de la espalda, con el ejercicio que haremos en ellos también involucraremos a la espalda baja o lumbares, estos últimos se hallan encima de los glúteos, son los separadores de la espalda y el culo u/o sieso.

Para los trapecios nada mejor que buscar una iglesia, siempre han dejado en su interior, de la ultima Semana Santa, algún que otro paso completo, ya sea de la Virgen o de El Cristo. Perfecto, ahí lo tenemos, y ademas hemos tenido suerte, es el de El Santo Entierro, con su pedazo de urna, metal y cristal, aleaciones perfectas para nuestro siguiente ejercicio.

Nos ponemos debajo de donde van los cargadores delante, en uno de los palos que salen, sitio, por otro lado mas que ideal para depositar bajo el esa pequeña superficie corporal que ocupa la unión entre los hombros y el cuello. Que alegría, estamos en el punto muscular exacto, adelante. Cogemos aire a la vez que un ligero impulso y venga, al cielo con el. Subimos el susodicho mencionado portador de figuras bíblicas unos 10 centímetros, efectuamos esta misma operación sin descanso, llegando a 100 estrictas repeticiones. No hay mejor trabajo para los trapecios y lumbares.

Seamos sinceros, de verdad, a estas pocas alturas del día nuestra felicidad va en aumento, pletóricos de energía y revitalizados al máximo cada vez mas, la ilusión por seguir otros ejercicios va in creschento, nos embarga algo especial.

Sigamos ahora con ejercicios para deltoides, el orden es el orden, va intrínseco con el buen saber hacer.

Los deltoides o/u hombros requieren un trabajo contumaz, veamos lo mejor para ellos.

Busquemos un lugar donde esten construyendo alguna edificacion, hablemos con el encargado o maestro de obras, pidamosle que durante 45 minutos, hagamoslo con exquisita ducacion por supuesto, pidamosle como decimos, que nos deje usar un andamio con dos albañiles encima trabajando, lo ideal es que sean pintores, para de esa manera no frenar sus trabajos, os decimos como.

Aun mas facilitable sera que dos pintores andamiados estén proyectando sus trabajos brochisticos a una altura del suelo entre 1,60 y 1,80. Nos pondremos bajo en andamio, lo subiremos con ambos brazos sobre nuestra cabeza, partiendo desde los hombros hacia arriba, llegando a estirar completamente nuestras extremidades superiores.

Decimos pintores mejor que albañiles por la sencilla razón de que así no tendrán que mover sus brochas, ya que seremos nosotros los que al subir y bajar el andamio con ellos encima, efectuaremos indirectamente la operación pictórica reservada para dichos empleados. Hemos de ejecutar 300 repeticiones. Tras lo cual nuestros deltoides expulsaran humo voraz, y nuestra mente aun se sentirá mas feliz.

Hemos de seguir, no hay quien nos pare, nos sentimos mas que poderosos, nuestros músculos están a flor de piel, las venas los recorren mostrando una vascularizacion extrema, a la vez que inigualable, motivación, motivación al limite, buena idea la de entrenar así, que método mas eficaz. Llevamos mas de cuatro horas de ejercicio y lo cierto es que han pasado volando, ni nos hemos enterado, increible.

Dispongámonos a darle duro a los pectorales, venga chicos, el mundo es de los auténticos.

Busquemos para el grupo muscular que nos toca, pectoral, veamos donde hay un buen garaje, que su aparcamiento ubique por lo menos 200 o 250 coches.

Entramos, vehículos de alta gama, furgonetas, todoterrenos, asi como numerosos utilitarios nos esperan con los brazos abiertos. Acostados en el suelo, depositamos nuestro cuerpo boca arriba, debajo de uno de los citados motorizados, y atención. Subimos los brazos hacia arriba, con el fin de levantar al mencionado andador de calles y carreteras por la parte trasera, lugar diríamos donde se encuentra el compartimento maletero. 
Una vez extendido ambos brazos, mantenemos esta pose durante 5 segundos, de nuevo volvemos a la posición inicial, bajando con suavidad, las brusquedades solo nos puede acarrear dolores musculares y fracturas innecesarias. Esta misma acción la repetiremos 3 veces con cada coche allí aparcado, completando así un total de repeticiones oscilables entre 600 y 723, el trabajo es perfecto, aunque a primera vista nos pueda parecer un poco agobiante y agotador, todo lo contrario, es un continuo desafió, ya que nos permite variar sobre diferentes tipos de pesos u/o cargas, no es lo mismo un Seat Ibiza que una autocaravana para ocho personas. Realmente aleccionador, todo un gustazo percibir que nuestros músculos adquieren ese realce soñado, nuestra alegría se ve reforzada tras concluir este entrenamiento de pechos.

Llegados a este punto ya sentimos que algo de duro trabajo hemos efectuado, pero para nada cansancio, todo lo contrario, frescura, dinamismo, conformación, paz. Notamos un ligerisimo ardor, vaya, estamos empezando a sudar, eso es bueno, significa que vamos por el buen camino.

Pensemos en el siguiente ejercicio, nada mas que hacerlo se nos hace la boca agua, nos toca ahora trabajar los dorsales, músculos que van desde las axilas hasta la cintura.

Grandes, enormes y compactas masas corporales, requieren un trabajo potente y preciso, especifico, de alto grado concentrador.

Nada mejor para estos musculosos segmentos que buscar una buena catedral o cualquier otro mastodontico templo religioso, donde bajo su cúpula se encuentre una campana de no menos de 5 metros de alta por 3 de ancha. De este tipo de artefacto musical pende una gorda y angosta soga, tirando con fuerzas de dicha estacha se logra activar un pendular movimiento, logrando así un sonirico atronador expansivo, ideal para dar las horas, conmemoraciones, celebraciones eclesiásticas de alto rango, y por supuesto las consabidas campanadas de fin de año uveras. Este trabajoso hacer lo suelen efectuar varias personas, ya que el peso del bronceado instrumento es demoledor. Pues bien, sin embargo para nosotros es lo idóneo. Expliquemos detenidamente el ejercicio a proceder.

Nos situamos frente a la liana artificial comentada, la sujetamos con ambas manos entrecruzadas, poseyéndola con ávida fuerza, con seguridad, tiramos de ella hasta conseguir su zigzagueante movimiento, como bien sabemos debe oscilar para cada lado un mínimo de 45 grados si queremos que suene en condiciones normales y certeramente audible. 
Los brazos comenzaran el ejercicio arriba de nuestra cabeza, llevandolos con total precisión hasta la entrepierna. Haremos esto mismo durante 500 repeticiones, las constantes brusquedades estiratorias harán trabajar nuestros músculos dorsales, ensanchandolos cuam boca de áspid, adquiriendo la espalda de esta manera una impecable forma de “V”. Vamos, lo que se dice en el argot… “Quillo… ira…esta cuadrao el hijoputa… ira la esparda del chava ese, ira… que guapo io… esta ganso…”. Espalda en “V”, no es un regalo, no señor, es un duro trabajo, pero muy reconfortante. ¿Tremendamente agotador…? ¡que va hombre…! para nosotros no supone nada, o casi nada, si lo comparamos con los denodados deseos de estar en plena forma.

Fijémonos bien, en poco mas de 9 ininterrumpidas horas nos hemos quitado casi sin darnos cuenta la totalidad de ejercicios musculares necesarios para obtener un sorprendente desarrollo hipertrofico en nuestras carnes. Ya solamente nos resta añadir el trabajo concienzudo de brazos, que por supuesto también sera serio y concreto, de igual similitud para los bíceps y trices.

Nota Bloghtoniana: Como esta en nuestro buen hacer comprender que son demasiadas cosas las aquí hoy explicadas, mejor sera dejaros asimilarlas con tranquilidad. 
Mañana seguiremos con el trabajo que nos queda, referente al tren superior corporal, es decir brazos, antebrazos, manos y uñas, las llamadas extremidades superiores al completo. 
También dejaremos constancia plena del trabajo efectivo y obligado para la cintura, glúteos y extremidades inferiores, conocidas como las piernas, compuestas de muslos y pantorrillas, aunque estos son los nombres con las que vulgarmente… y nunca mejor dicho, se las conoce, erróneamente por supuesto.

Tras unas horas estaremos activamente al pie del cañón, seguiremos inculcando nuestros sabios consejos divulgativos sobre la verdadera realización ejercitadora para adquirir un cuerpo de ensueño. Hasta luego pues, en apenas un suspiro estaremos de vuelta. No os perdáis la segunda parte de este magnifico e inigualable articulo sobre “Entrenamientos de relativa intensidad”. 
http://www.antonioreguerayagustina.com/


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